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Qué ver

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Iglesia de San Ginés

Iglesia de San Ginés

Arquitectura religiosa

Horario: De lunes a domingo, de 7 a 23h.

Dirección: Plaza de Santo Domingo, s/n, Guadalajara.

Teléfono: 949 220 195

Web: Visita la web

Al sur del casco antiguo de Guadalajara se halla la plaza de Santo Domingo, que hoy es el centro de la ciudad, y antiguamente extramuros y plaza del Mercado.

Entrada libre.

En esta plaza desemboca, por el lado norte, la calle Mayor; al este, el paseo del Doctor Fernández Iparraguirre, llamado tradicionalmente de las Cruces; al oeste, muy cerca, se abre la entrada al Parque de la Concordia; al sur, finalmente, la calle comercial de la Virgen del Amparo. En este lado se levanta la mole de la iglesia de San Ginés.

La iglesia actual fue, antaño, la del convento de Santo Domingo de la Cruz, ya desaparecido. Su construcción comenzó en 1561. Por varias razones la obra se detuvo en 1566, de modo que el edificio actual es aproximadamente la mitad del que se había proyectado. En la enorme fachada de piedra, la portada queda enmarcada por dos grandes contrafuertes, que se prolongan en espadañas. Sobre el rosetón central figura el escudo de la orden de Santo Domingo.

En el interior de San Ginés, de una sola nave con capillas laterales, pueden contemplarse cuatro ejemplos excelentes de escultura funeraria: a los lados del presbiterio, las estatuas orantes de los fundadores del convento, Pedro Hurtado de Mendoza, séptimo hijo del marqués de Santillana, y de su mujer Juana de Valencia; en las capillas del crucero los sepulcros de los primeros condes de Tendilla, Iñigo López de Mendoza y Elvira de Quiñones, del siglo XV, trasladados aquí en el siglo XIX, desde el desaparecido monasterio jerónimo de Santa Ana, en Tendilla.

Accesibilidad

Itinerario exterior sin dificultades.

Monumento al conde de Romanones

En uno de los lados de la plaza de Santo Domingo se levanta el grupo escultórico erigido en 1913 al conde de Romanones, como muestra de agradecimiento de las asociaciones de maestros a don Álvaro de Figueroa, quien como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, había promovido el Real Decreto de 26 de octubre de 1901. Con esta disposición los sueldos de los docentes de las Escuelas Públicas y sus gastos materiales se incorporaban a los Presupuestos Generales del Estado. Su primer enclave fue la plaza de los Caídos, delante del palacio del Infantado. Es obra de Miguel Blay y Fábregas (Olot, 1866-Madrid, 1936) y ha sido restaurado en 2013.

Cómo llegar

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