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Exposiciones - 2005 - Horizontes líricos
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Exposición: Horizontes líricos. Los misteriosos paisajes de un poeta
Del 6 al 30 de septiembre de 2005
Teatro-Auditorio Buero Vallejo
El 20 de marzo de 2005 fallecía repentinamente en Zaragoza Antonio Fernández Molina, meses después que los responsables del Patronato Municipal de Cultura hubieran iniciado las conversaciones para organizar una muestra retrospectiva en Guadalajara. Este fatal acontecimiento, por el contrario, no frustró el proyecto que a partir de ese momento sería guiado por Ester Fernández Echeverría, la mayor de sus hijas.
Fue Ester la encargada de seleccionar la treintena de dibujos a tinta que deberán conformar la muestra, redactar los textos del catálogo y propiciar la colaboración de la escritora Encarnación Pisonero, amiga leal del artista homenajeado.
Fernández Molina es uno de los excepcionales casos de creador autodidacta y polifacético que compaginó a lo largo de toda su vida la escritura y la pintura con igual intensidad. Aunque vinculado muy estrechamente con la ciudad de Guadalajara, en la que desarrolló sus primeras empresas literarias y colaboró con el periódico Nueva Alcarria con la sección “Veleta al Viento”, han sido pocas las ocasiones en las que se ha podido disfrutar aquí de su faceta como dibujante.
Para situar los dibujos de A.F. Molina podemos hablar de conexiones con los grupos “El Paso”, “Dau al Set” o “Pórtico”, pero nunca de una manera determinante; pues su estilo, aunque bebe de las mismas fuentes que aquellos, mantiene una evolución muy personal, fuera de cualquier tendencia concreta, resultado de una extraña mezcla de naïf y sueño surrealista. Las manchas de tinta de Michaux, las Constelaciones de Miró, las pinturas primitivas de Klee, Dubuffet, el Dadaísmo, el Surrealismo, la Patafísica, la magia de El Bosco, o los dibujos de línea continua de Lorca, nos ayudan a comprender el mundo creativo de A.F. Molina.
Son estos dibujos los de un autor que se sitúa en la más antigua de las tradiciones grecorromanas, donde no existía una frontera entre la palabra escrita y la línea de dibujo. El gesto de la mano, la tinta, el instrumento, el soporte en el que se realiza un trazo o un poema son los mismos. A.F. Molina, como todos los poetas-pintores, utiliza sus creaciones plásticas para acabar de explicar aquellas cosas que con la palabra son imposibles. Viaje en Zeppelin.
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