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Corpus Christi
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La procesión del Corpus con que Guadalajara celebra el día del Santísimo Sacramento es uno de los acontecimientos festivos más característicos e importantes de la ciudad. Entre las razones a esgrimir, señalar la participación alegórica de Jesús y sus doce discípulos gracias al compromiso de los hermanos de la cofradía de los Apóstoles. Esta manifestación parateatral se gestó en la Edad Media, momento en que ese cortejo se definió como un programa catequético visual con la intención de trasladar al devoto la información suficiente sobre el dogma eucarístico.
Por la documentación guardada en el Archivo Municipal sabemos que, desde mediados del siglo XV, corresponderá al Concejo la exclusiva responsabilidad de la financiación y organización de la comitiva procesional, incluido el pago de los honorarios y los costes para caracterizar a diversos individuos como personajes bíblicos que desfilaban a pie o sobre carruajes representando pasajes del Antiguo Testamento. También correspondía a la corporación municipal la adquisición, mantenimiento y preparación de la custodia, la contratación de músicos y danzantes, y de todo lo necesario para aderezar y engalanar la carrera procesional.
Aquellos primeros cortejos se articularon como la marcha triunfal del pueblo de Dios, para, durante los siglos XVII y XVIII, derivar hacia otros intereses más lúdicos; desvirtuando la función didáctica de los gigantes –reyes terrenales sometidos a la voluntad del creador–, la tarasca –ser monstruoso que materializa el mal–, cabezudos –pecados que huyen violentamente de la verdad– y demás personajes para situarlos muy próximos a la farsa y al espectáculo bufo. Ante tal situación, el rey Carlos III firmaría una Real Orden por la que se prohibía la presencia de aquellos personajes en el desfile del Santísimo Sacramento. Aunque en Guadalajara, desatendiendo el mandato real, la cofradía de los Apóstoles continuará con su cometido hasta nuestros días; mientras que gigantes y cabezudos pasarían a formar parte de las comparsas de las ferias y fietsas de la ciudad.
En los últimos años del siglo XX la carrera procesional se ha visto engalanada con la confección de preciosas alfombras de vistosos colores en las calles y plazas del itinerario a cargo de las cofradías parroquiales. También en esa década se ha renovado el baldaquino que acoge a la Sagrada Forma, en sustitución de otro expositor que fuera donado por el alcalde Pedro Sanz Vázquez, que, a su vez, reemplazó el diseñado un siglo antes por José María Guallart.
En 2024 la procesión del Corpus Christi avanzó por las calles del centro de Guadalajara, tapizadas y aromatizadas con cantueso en todo su recorrido, desde la iglesia San Francisco, por La Carrera, la calle Mayor, la calle Miguel Fluiters y la calle Ingeniero Mariño hasta la concatedral de Santa María.
Referencias bibliográficas:
> PRADILLO y Esteban, Pedro J. - Rito y teatralidad. La celebración del Corpus en la Guadalajara Medieval.- En: Religiosidad popular en España (2º. 1997. San Lorenzo del Escorial). -- Actas ... (referencia AMGU K13726. Archivo Municipal de Guadalajara).
> PRADILLO y Esteban, Pedro José - Corpus Christi en Guadalajara, el : análisis de una liturgia festiva a través de los siglos (1454-1931). Guadalajara : Ayuntamiento; Aegidius, 2000.- 281 p. : il (referencia AMGU M16882. Archivo Municipal de Guadalajara).
> MEJÍA Asensio, Ángel - Danzas, comedias y música en la ciudad de Guadalajara en la celebración del voto de Santa Mónica y festividad del Corpus Christi a fines del siglo XVI.- En: Cuadernos de etnología de Guadalajara, 1996, n. 28, p. 271-289 (referencia AMGU Z13894. Archivo Municipal de Guadalajara).
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