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Convento de la Piedad
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Siglo XVI
En la antigua calle de Santa Clara, hoy Teniente Figueroa, se halla el conjunto formado por el palacio del caballero Antonio de Mendoza y la iglesia de la Piedad, hoy rehabilitado como Instituto de Bachillerato Liceo Caracense. El palacio fue proyectado por Lorenzo Vázquez y construido en torno a 1510. Años después, Brianda de Mendoza estableció en el edificio una comunidad de religiosas franciscanas, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Piedad. A partir de 1525 comenzó la edificación de la iglesia, bajo la dirección de Alonso de Covarrubias.
La iglesia y el palacio, con sus ampliaciones posteriores, delimitan actualmente un jardín abierto a la calle. En el lado izquierdo, las portadas de ambos edificios forman un rincón de alto valor arquitectónico. La portada del palacio, concebida como un arco de triunfo, repite motivos ornamentales de carácter militar. Estuvo coronada por un frontispicio con las armas de Antonio de Mendoza, sustituido en 1912 por el balcón actual. A la izquierda, la portada plateresca de la iglesia, coronada por la escena de la Piedad, revela la mano maestra de Covarrubias.
El interior de la iglesia, debido a desafortunadas intervenciones, apenas permite aventurar la traza primitiva. En el interior del palacio, sin embargo, el patio constituye todavía uno de los mejores ejemplos de la primera arquitectura renacentista de Castilla. La búsqueda deliberada de la proporción y el equilibrio, así como el uso tectónico y artístico de las zapatas, caracterizan esta obra. Los capiteles del piso inferior proponen un modelo, que se extenderá más adelante a otras edificaciones, conocido como capitel mendocino o alcarreño. El recorrido por el claustro permite admirar otros elementos: la escalera y su artesonado y el gran escudo imperial, trasladado aquí en el siglo XIX desde la puerta del Mercado de la plaza de Santo Domingo, ya desaparecida.
Entre 1902 y 1906, Velázquez Bosco dirigió las obras de rehabilitación del convento y de la iglesia de la Piedad. Este arquitecto reedificó el ala oeste y la fachada sur del conjunto; con menor fortuna, alteró la fachada norte del antiguo palacio, abriendo en ella los huecos actuales, y admitió la demolición del ábside de la iglesia, ahora truncada, para permitir la alineación de la calle Teniente Figueroa.
Por esa misma calle, a la izquierda, un poco más abajo, se llega al edificio de Correos, construido en 1917 por los hermanos Sainz de los Terreros. Se trata de un edificio ecléctico, con elementos regionalistas, mudéjares y renacentistas, en el cual el ladrillo juega un papel esencial. Sobre la puerta de acceso de vehículos, a un lado de la fachada principal, una buena versión del escudo de la ciudad.
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